Este post va dedicado a una persona muy especial y a la cual debo el privilegio de poder estar en este mundo: MI MADRE.
Hace unos cuantos años llegaste a este mundo sin saber la importancia que tendría tu papel en nuestra vida. Como tú algunas veces nos cuentas, todo comenzó un domingo en la calle Mayor, donde conociste al primer y único hombre que daría sentido a tu vida, gracias a ello formasteis una gran familia, que aunque con nuestras pequeñas disputas, continuamos unidos, gracias a los valores tan importantes que nos inculcasteis desde nuestros inicios, “no os acostéis sin reconciliaros”, esa frase la tengo grabada y es que nadie mejor que tú para saber el significado que tiene.
Hoy todavía me parece increíble como lo pudisteis hacer posible, con el sueldo de una única persona y cinco hijos a cuestas. Como tú bien dices nunca nos ha faltado de nada, pues lo más importante lo teníamos y era el amor incondicional que nos dabais.
Son tantas las cosas que me vienen a la cabeza…
Me acuerdo también del ramillete de violetas, ese que cada mes de noviembre te traía tu marido de la masía, siempre las primeras violetas eran para ti, aunque pasasen los años no había ni uno solo que se olvidase de traértelas, incluso en los últimos momentos. Ahora eres tú quien se las lleva a él. Quizás por estas cosas y muchas más, sabemos hoy el valor del amor, y la importancia de las pequeñas cosas que componen nuestra vida y que a veces parecemos olvidarnos debido a la sociedad carente de valores en la que vivimos.
Las navidades siempre eran y son especiales, ese olor de pierna de cordero al horno impregnando toda la casa, el reunirnos todos alrededor de la mesa los 18 y ahora dentro de nada 19, ¿lo habías podido imaginar? Siempre unidos, en las alegrías y en las adversidades haciendo una piña, entre todos, como tú bien nos has enseñado y es que entre tú y él, hicisteis un gran trabajo. Ojala algún día, cuando forme mi propia familia, lo pueda hacer tan bien como vosotros, y que mis hijos se puedan sentir tan orgullosos como me siento de haberos tenido a vosotros.
Siempre digo que hay palabras y acciones que tendríamos que decir más a menudo, como abrazarnos y decir lo que nos queremos, no sabemos el tiempo que vamos a estar aquí por eso hay que disfrutar de cada instante, como tú dices.
Por lo que has sido, por lo que eres y por lo que serás ¡TE QUIERO!