domingo, 3 de enero de 2010

Pitbull



A estas altura habréis podido observar que me encanta la música, y que relaciono acontecimientos que pasan en mi vida con ellas.
En gran parte es debido a que cuando me pongo a hacer trabajos de la universidad, me pongo el canal de los 40 principales en la tele, es lo único que me puedo permitir, no tengo tiempo para más.
Debido a ello hace un tiempo descubrí a un personaje peculiar: Pitbull.



Es un chico estadounidense, vive en Miami, pero de ascendencia cubana, su nombre real es Armando y tiene 28 años. Creció en Little Havana, una sección de Miami conocida por su gran población de cubanos.
Siempre me ha llamado la atención este tipo de hombres, una mezcla de hombre “malo”, pero que por dentro son personas buenas y comprometidas con causas justas, como éste. Pero no os equivoquéis, “musculitos” de gimnasio no.
Ahora ha hecho un remix con Paulina Rubio (Ni rosas ni juguetes), las caras que pone él no tienen desperdicio, y ella de mujer dura diciéndole que no quiere saber nada de él, me encanta, en cuanto puedo me pongo el video.



En mi anterior trabajo, tuve la posibilidad de conocer a una persona parecida a Pitbull, físicamente por lo menos. Me acuerdo de que el primer día que apareció, me preguntó si sabia donde podía aparcar el coche, yo le contesté que en frente tenia un parking y muy cerca de allí otro, su contestación me dejó entre la incertidumbre y el rechazo -es que el coche no me cabe, llevo un hamer-. Lo primero que pensé es que me intentaba vacilar. Yo le contesté que cerca de allí, había una zona al aire libre, donde podía dejarlo, ¿sabéis lo que me contesto? Que no lo quería dejar allí, porque la anterior vez que había dejado su descapotable, le habían rajado la capota, ¡increíble! pensé yo.
La siguiente vez que vino paso una cosa muy graciosa, de repente veo que un hamer aparca en la puerta de mi trabajo y se baja él, cuando llevaba un rato en el centro, apareció un AMU (agente de movilidad urbana), y le dijo que quitase el coche de allí ahora mismo. Yo pensé, esto lo ha hecho para que vea que realmente tenia ese coche. A esas alturas cada vez que venia al centro causaba tal rechazo en mi que evitaba el atenderle, no puedo con gente que va por la vida presumiendo de lo que poseen.
Cada vez que venia se quedaba hablando un rato con nosotras, nos decía que tenia varios negocios en Valencia, y que también tenia algunas discotecas por la zona.
Cuando venia normalmente lo hacia siempre en mi turno, según decía él, la otra chica que había en el otro turno no le gustaba como atendía, pues mira que yo..., que evitaba hasta mirarle a los ojos, por el rechazo que causaba en mi, una persona de ese tipo.
Todo esto poco a poco cambio, hubo un día que estando mi jefa sentada en una de las sillas de la recepción, se dirigió a ella y le preguntó si era la dueña y no se corto ni un pelo al decirle que tenia una buena persona trabajando para ella, que gente tan profesional como yo no había, ¿Cómo? pensé.
Un día que estaba pasándolo mal por un par de cosas que habían pasado en mi trabajo, llego él y me dijo – ¿Tú quieres que llame a tu jefe?, yo se porque estás tú así, es tu otra compañera ¿verdad?, no saben valorar lo que tienen – la verdad es que no se equivocaba ni un ápice, yo que pensaba que no se daba cuenta de nada y sabia perfectamente lo que estaba ocurriendo en mi trabajo sin decírselo nadie.
Cuando se enteró de una cosa que me había hecho mi jefe, éstas fueron sus palabras – Alejandra, yo tengo un abogado, no tienes que pagarme nada, te lo ofrezco y si te hace falta cualquier cosa cuenta conmigo para lo que quieras-.En nueve años que llevaba trabajando para la empresa, mi jefe se comportó como un.... y una persona ajena a mi, que sólo me conocía de allí, me ofrecía lo que mi jefe tendría que haberme ofrecido él.
No quiero dar una imagen equivocada de esta persona, tenia novia y venia con ella todas las veces, esto lo comento para los mal pensados.
Con todo lo que pasó después en mi empresa, perdí el contacto con él y no me pude despedir para darle las gracias por todo. Se que es imposible que esto lo lea, pero desde aquí, me gustaría darle las
GRACIAS por todo lo que estuvo en sus manos y pudo hacer por mi.

2 comentarios:

  1. Y es que las apariencias engañan, que me lo digan a mí...

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  2. Ojala pudiese darle las gracias por todo, pero de momento no es posible...

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