viernes, 9 de abril de 2010

¿Las cosas son así porque no pueden ser de otra manera?

“Nadie puede estar en el mundo, con el
mundo y los otros y permanecer neutro. Yo no puedo estar en el mundo
sin mojarme observando simplemente la vida” (Freire)

El libro que he leído recientemente de Paulo Freire "Bajo la sombra de este árbol", me hace reflexionar sobre ella.
Creo que es necesario, que como ciudadanos nos cuestionemos las cosas que acontecen en nuestra sociedad, preguntándonos por qué suceden y tener la confianza de que esta en nosotros el poder cambiarlas, Es necesario mantener la esperanza incluso cuando la áspera realidad sugiere todo lo contrario, la lucha por la esperanza significa la denuncia, despertando en nosotros la necesidad de que podemos cambiar aquello que denunciamos, ya que si no lo hiciéramos seriamos como dice Freire “ hombres y mujeres sin rumbo. Perdidos en la Historia”.
Hay que evitar permanecer neutro, ya que ello nos lleva al fatalismo, las cosas son así porque no pueden ser de otra manera. Si opinamos de esta forma, tanto menos futuro tenemos, ya que la esperanza se disipa en un presente que nos oprime.
Para que el progreso sea posible es imprescindible la unidad en la diversidad, dejando de lado nuestros prejuicios, diferencias, individualidades... a través del dialogo y la argumentación se hace posible el entendimiento, a pesar de la diversidad de los participantes aumentando de esta manera las posibilidades de éxito.

“La educación es para toda la vida, es decir, hay que vivir educándose, hay que vivir aprendiendo, rompiendo moldes, asumiendo posturas de vanguardias, criticando con juicio crítico... reformando permanentemente” (Heráclito).

3 comentarios:

  1. Suena a utopía, la verdad, pero el Sr. Freire y yo nos hubieramos llevado estupendamente.

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  2. "La educación, en verdad, necesita tanto de formación técnica, científica y profesional como de SUEÑOS y de UTOPIA." (Freire)

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  3. A mí, mas que a utopía me suena a revolución. Pero no una revolución política tipo Che Guevara, sino una revolución social, que creo, hoy por hoy, inimaginable.
    Entiendo la sociedad como un lugar donde todos habitamos y que se encuentra dividido en tres capas: alta, medía y baja. A la alta todo le va bien y no tiene ni un ápice de interés en cambiar. No creo que sea neutra porque ella maneja los hilos de este circo, y es ella la que impone los individualismos, el egoísmo, la avaricia, sabiendo que en estos términos jamas existirá una unión social de las otras capas que pueda amenazarles su posición de poder.
    A la baja todo le va mal y no creo que tenga fuerzas para intentar iniciar un cambio, de tan pisoteados que están. No creo que sean neutros, pero su fuerza es mínima por venir de quienes vienen. Y tampoco pueden contar con el apoyo de la media porque hasta en esta capa son repudiados como apestados o moribundos
    Es la media la que tiene la opción de iniciar esa revolución, pero actualmente la encuentro sumida entre un servilismo hacia la clase alta, esperando obtener el visto bueno de ésta para obtener réditos mayores y un desprecio hacia la clase baja porque no quieren caer en ese pozo ni saber que existe.
    La revolución que pudiera cambiar esta actividad neutra debería arrancar, como ya he dicho, en esta capa, y contagiar a la baja de su ímpetu. Con ello se podría intentar que la alta entendiese que ha llegado el momento de ser todos una única clase, un único bloque que hiciese que el ser humano mejorase plenamente. Y si no llegan a entenderlo por si mismos, lo llegarían a entender por la desobediencia social que la unión de las dos clases provocaría ¿que vas a mandar si nadie te obedece?
    Las cosas son así porque nadie da el primer paso para que sean de otra manera: los de arriba no quieren, los de abajo no pueden y los de enmedio “pasan” asentados en una autocomplacencia burguesa, soñando en que un día puedan subir a la siguiente clase para obtener su éxtasis egocentrista.

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