¿Quién sabe lo que ocurrirá mañana?

 21 de septiembre, hoy justamente hace un año que empecé mi andadura por este mundo de los blogs.

Todo empezó por unas personas muy especiales, Lorena y Pedro, pero sobre todo por Lorena. Los conocí gracias a mi marido y desde entonces hemos compartido experiencias de todo tipo, desde problemas hasta viajes.

Son esa clase de personas que aparecen en tu vida de casualidad y que te marcan sin saber porque.

Ellos me conocieron en el peor momento y aún así siempre los he tenido ahí, escuchando sin juzgar, preparando viajes que me hacían mucha ilusión, como un viaje que hicimos a Cerdeña con nuestras motos. Nunca han dicho que no, todo lo contrario, siempre dispuestos a lo que surgiese.

Siempre he creído en el destino y desde la objetividad que sólo el paso del tiempo te puede dar, se sin dudar, que en mi vida ha habido las persona necesarias para realizar este nuevo inicio en mi vida.

Como decía Lorena hace poco en su blog :

“Cuando se acaba el camino, y se llega al vacío, no cabe la marcha atrás, ni tampoco que el miedo nos paralice, hay que armarse de valor y dar un paso hacia adelante, vencer los obstáculos, superar, aceptar y volar, para no quedarnos estancados, para no perder la fe. “ (http://buscandoelnorte2.blogspot.com/)

Eso exactamente hice hace un año, me arme de valor y esperanza para dejar un trabajo que durante 10 años había permitido que me consumiese, hasta tal punto de costarme una enfermedad. No comía, no podía dormir,  llegue a perder la ilusión por vivir, si por vivir,… En esos momentos te da igual todo, no piensas en las personas que te rodean, sólo en que quieres que se acabe todo.

Hasta que llego un día que me levante y decidí que tenía que terminar con aquello, tomando la decisión más acertada de toda mi vida, dejar aquel trabajo. Desde entonces mi vida ha cambiado, he empezado una carrera que siempre había querido hacer y nunca había tenido el valor para ello.

Pensaba que después de aquello nadie me llamaría para trabajar y no fue así, las ofertas de trabajo no han faltado y además de mi especialidad, técnico en educación infantil, no puedo pedirle nada más a la vida.

No se lo que me deparará el futuro, es más ni siquiera pienso en el, porque para mi sólo existe el ahora, ¿quién sabe lo que ocurrirá mañana?...