Algunas veces cuando te paras a pensar te das cuenta de lo rápido que va la vida, cuando te das cuenta ha cambiado de tal modo que te lleva a pensar ¿cómo he llegado hasta aquí?. Estos pensamientos asaltan en mi cabeza de vez en cuando, sobre todo, cuando vivo circunstancias que me hacen recordar.
El último domingo quedamos todos mis hermanos para recoger almendras, hacia un día precioso, y aunque siempre renegamos cuando tenemos que ir a hacer trabajo, la verdad es que nos lo pasamos bien juntos. Somos priviligiados de poseer un lugar de paz y de tranquilidar en el que reunirnos de vez en cuando. Los mayores recuerdos de mi infancia los tengo de ese lugar, entonces no nos podiamos permitir tener piscina, pero eramos felices con tal de que pasase agua por el regero, nos poniamos el bañador y a jugar. Tambien haciamos excursiones a un rio que hay cerca y por el que muy pocas veces ha pasado agua, sólo cuando llovia mucho.
El domingo mi hermano echo un vistazo, ultimamente ha llovido bastante por esta zona, y nos dijo que por el rio pasaba agua, ¿cómo perdernoslo? nos fuimos todos, incluidos mis siete sobrinos. Cuando llegamos, lo normal, los mas pequeños querian bajar para ver y tocar el agua, y como no, encontraron una senda un poco escarpada para poder hacerlo. Al final terminamos los siete, mi cuñada y yo dentro del agua con los pantalones remangados, el más pequeño de mis sobrinos que tiene dos años no se conformaba con eso, queria bañarse entero. Yo me senté en una piedra con los pies dentro del agua fresquita, observaba como ellos eran felices andando como podian, estaba lleno de piedras, pero ellos parecian no darse cuenta. Terminaron todos mojados, pero era lo de menos, por unos momentos la mente se me fue a aquellos años, recordando lo felices que eramos aun no teniendo valores materiales, poseiamos y poseemos el mayor de todos ellos, el de la union.
Muchas veces se es feliz de la manera más sencilla, con un abrazo, un te quiero inesperado, una sonrisa o simplemente mojandote los pies en un rio.
Porque no hay nada tan valioso como lo sencillo.
ResponderEliminarYa se que este escrito llega después de muchos días del comentario inicial, pero es hoy cuando ha cobrado sentido. Llevo unos días “tocado”. Hace muy poquito hizo un año de la muerte de mi abuela. Y a pesar de que intento no pensar demasiado en ella (ni en mi abuelo) para que no me pegue el bajón, hay algo dentro que no permite evadirse de esa manera. Algo me lastra hacia ese vacío y me obliga a recordar que no están, que lo que no les dije ya se quedo por siempre en el tintero.
ResponderEliminarSoy poco dado a recordar cosas. Lo pasado, pasado esta y quiero que se quede allí porque no tengo demasiados buenos recuerdos. Pero en ocasiones, como hoy ha pasado, un recuerdo agradable salta desde su escondite y te arranca una sonrisa. No se ni porque ha pasado ni el motivo que lo ha originado, pero me he acordado de algo y eso me ha puesto la sonrisa en la boca. Me ha alegrado el día. Y eso ya es mucho en estos momentos.
Alejandra tiene recuerdos de todo y para todo. De olores, colores y sabores. Creo que lo etiqueta todo con sus recuerdos. Pero a diferencia de los míos, sus recuerdos son casi todos agradables. Y eso se le nota en el brillo de sus ojos.
Y eso es una bendición. Para los dos.
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ResponderEliminar¿Pasa la vida o pasamos nosotros? Yo creo que pasamos nosotros porque cuando recordamos, de alguna manera "comprimimos", por lo que tenemos la impresión de que "pasamos" a toda velocidad.
ResponderEliminarEs posible que tengas razon ¿Quién sabe?.
ResponderEliminarUn beso muy grande