sábado, 27 de febrero de 2010

¿Qué hacer?

Hace un par de días que le doy vueltas a la cabeza sobre una oferta para entrar a formar parte de un proyecto, cuya finalidad es el apoyo a familias desfavorecidas, ayudar a la alfabetización de adultos, informarlos en el tema de escolarización, darles apoyo en la mediación socio-educativa con los centros escolares. Se trata de apoyar al profesorado que los está atendiendo. Es una escuela de invierno aunque como mi profesora dice, podría llamarse de las cuatro estaciones, porque cuando termina la de invierno empieza la de verano.

Esta mujer se le nota que es una persona muy comprometida con los temas que hoy en día afectan a la educación. Nos ha ofrecido la posibilidad de incorporarnos, pero nos ha hecho hincapié en que si nos involucramos no puede ser por unos días, debe ser para tener continuidad.

Hace mucho una persona me aconsejo que probase, para darme cuenta si es eso, a lo que me gustaría dedicarme, no hay posibilidad de saberlo si no lo pruebas.

Desde que inicie este cambio en mi vida, mi finalidad no ha sido la de hacerme profesora solamente por el dinero, ni las vacaciones, sino por la necesidad de saber que estoy contribuyendo en algo que realmente me llena, que me hace sentirme bien. No busco hacerme rica, he comprobado de primera mano que el dinero no trae la felicidad.

Nunca he sido de las personas que se comprometen con facilidad, cuando me comprometo lo hago siempre al 100% no se hacerlo de otra manera y ahora la Universidad me deja sin mucho tiempo libre, además ahora con la ampliación que he hecho en la matricula. Pero si lo pienso bien, todo eso son excusas, cuando alguien quiere algo, encuentra tiempo de donde sea.

Pienso que es una oportunidad para darme cuenta, si es lo que pretendo hacer en un futuro, además es una manera de aprender de primera mano, fuera del contexto que no te pude ofrecer nunca la Universidad.

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