jueves, 4 de febrero de 2010

Una mala noche con final feliz.

Hace ya un tiempo sonó el teléfono de casa sobre las 12 de la noche, era mi cuñada que quería consultar con mi marido que era lo que tenia que hacer, ya que le había llamado la Guardia Civil para comunicarle que habían encontrado su coche tirado en medio de la carretera y con un golpe. Ella lo había dejado bien aparcado sobre las 9,30; es decir se lo robaron al poco tiempo para estamparlo en mi mitad de la carretera.

El coche en cuestión era un Rover 216, este coche tiene (no tenia) un gran valor sentimental para una persona, mi sobrina, hace poco que se sacó el carnet de conducir y sus padres se lo arreglaron todo para que pudiese disponer de él, le cambiaron las ruedas, lo llevaron al mecánico para ponerlo a punto,...


De lo único que se quejaba ella, es que tenia una radio que le funcionaba un poco mal y no tenia para poner CD, pero como las navidades estaban cerca, Alex y yo, le regalamos una radio con CD, para su recién estrenado coche, después de esto quedamos todos un fin semana, para limpiar nuestros respectivos coches. Los limpiamos por fuera, por dentro le pasamos hasta un paño con abrillantador, es decir, el Rover quedo como nuevo, salvo algunos arañazos en la carrocería. ¿Quién nos lo habría dicho? Que todo ese esfuerzo fue en vano, ya que a la semana siguiente iba a terminar estrellado al borde de una carretera.

Cuando mi cuñada llamo, en lo único que pensaba yo es en como se lo tomaría mi sobrina, ya que como toda mi familia somos unos sentimentales, cogemos apego, aunque sea un coche, para nosotros es lo mismo, es como alguien más de la familia. Y encima descubrir que había sido robado me llenaba de indignación, son esos momentos en los que te preguntas como pueden existir personas de ese calibre, pero por desgracia es así, personas que no piensan en el daño que pueden ocasionar, que viven sólo y exclusivamente para ellos, para hacer el mal.

Pero todo en esta vida tiene su lado positivo, hace apenas una semana mi sobrina recibió uno de los mayores regalos que pueden hacer unos padres, un coche, hay que decir que aunque tenga 18 años y viva como su tía en los mundos de Candy Candy, es una chica muy responsable para su edad, la mayoría de fines de semana se queda cuidando a su abuelo en lugar de salir con sus amigas, además aunque le costó un esfuerzo sacar 2º de Bachiller y Selectividad, ahí está, en su primer año de carrera de Psicología sacando buenas notas y tomandoselo muy en serio.

El coche en cuestión es éste, un Fiat 500:

Sólo comentaros un inciso, aunque tenga este coche no se ha olvidado de su querido Rover, por ello seguramente le pondrá los tapacubos originales nuevos del Rover (los consiguió mi hermano por internet ya hace un tiempo y pensaban ponérselos antes de que lo robasen) al Fiat 500 y es que las casualidades no existen, todo sucede por algo.

Por cierto no le encontráis un cierto parecido a ...

 

2 comentarios:

  1. Bueno, en esta entrada te comento...jaja.
    Que buenos momentos pasamos con el rover...
    llendo a torrente a 80km/h, y mi madre aumentando la autonomia del Audi..., limpiandolo mientras tu leias un libro..., pasando el paño para abrillantarlo extendiendolo bien para que no quedaran manchas.
    Y por último MUCHAS GRACIAS!!!
    Ya sabes, gracias a ti tengo el 500.
    TE QUIERO MUCHO
    BESOS
    PD: el CD se lo queda el Sinca.

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  2. Tienes toda la razón, hemos pasado muy buenos momentos con el Rover, me acuerdo de aquel viaje a Torrente, los camiones adelantando al Audi, creciendo la gasolina en el depósito por momentos, pensando que en cualquier momento se desbordaría...
    La limpieza de tu coche y el nuestro en la masia, dándole brillo para que al dia siguiente y durante toda la semana estuviese lloviendo...
    Si no fuese por la capacidad que tenemos de que prevalezcan los momentos buenos, antes que los malos, no se lo que seria de nosotros.
    Nos hace mucha ilusión que el CD que te regalamos antes de Navidades y que no te dejaron disfrutar las circunstancias, lo pongais en el Simca 1000. Seguro que al abuelito le alegra mucho ver como su coche sigue permaneciendo intacto, aún a pesar del paso del tiempo y todo gracias a los cuidados de tu padre y es que lo tuyo, ya decia yo que viene de familia...
    Por cierto las gracias se las tienes que dar a tus padres, no creas que todo el mundo tiene unos padres así. Y también a tu hermana, tu ya sabes por qué...

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